¿Cuáles son las ventajas de este pequeño país a orillas del Río de la Plata? ¿Cómo se vive allí? ¿Vale la pena invertir en Uruguay?
Escuchamos estas preguntas a menudo. ¿Por qué justamente Uruguay?
No se puede dar una respuesta generalizada a estas preguntas, y por último aquellos encontrarán la respuesta personal y decisiva quienes llegan a conocer a Uruguay estando aquí, en el lugar. Sin embargo, vamos a intentar de transmitir algunos de los beneficios y puntos a favor de este amigable país soleado.


Estabilidad económica y política
Uruguay es por lejos el país más estable de Latinoamérica. Por supuesto ha tenido sus crisis económicas y políticas, pero son del pasado y fueron superadas con la mirada hacia el futuro.
Políticamente, el país no sólo es el más estable de toda Latinoamérica, sino uno de los más consistentes y operativos del mundo entero. El índice global de democracia sitúa a Uruguay desde hace décadas entre los veinte países mejor calificados.
Uruguay vivió su última crisis económica en 2001 y 2002. Cuando en Argentina, comparado con su hermano pequeño uruguayo completamente lo opuesto en términos económicos y políticos, una vez más se apagaron las luces y se declaró el quiebre estatal en 2001, se desplomaron las inversiones argentinas en Uruguay, los turistas argentinos dejaron de venir, y el pequeño país que en aquel entonces fue aún más dependiente de su vecino grande de lo que es hoy en día, pasaba por el tiempo más difícil desde el fin de la dictadura militar en 1985.
Desde esa crisis económica Uruguay se desarrolló positivamente con un crecimiento promedio de unos 4% anuales. La economía incluso supo soportar relativamente bien el año de la pandemia, 2020.
Las múltiples mejoras estructurales que se notan en el día a día ayudan a que hoy Uruguay es mucho más resistente a choques desde afuera. Algo como la crisis de 2001/2 no se repite tan fácilmente, eso lo demostró el país en 2008 con la crisis financiera global. Mientras en otras partes se derrumbaba la economía, Uruguay supo tener tasas de crecimiento de 7% y más entre 2008 y 2010.
Por supuesto, la vida en Uruguay se hizo más cara frente a este desarrollo positivo – ya no es exactamente un país barato. La tasa de inflación bajó bastante en los últimos años, pero con un 4% aproximado sigue siendo algo elevada. Aunque sea obvio pensarlo, en primer lugar no es por los costos de vida que Uruguay vuelva a ganarse su antiguo sobrenombre de „La Suiza de Sudamérica“.
Invertir en Uruguay - ¿El país es un paraíso fiscal?


El desarrollo positivo de los últimos veinte años, las buenas perspectivas a futuro y también su ubicación algo apartada en el mapa geopolítico – ninguna desventaja en vista de las muchas zonas conflictivas en todo el mudo – convierten a Uruguay en un destino interesante para inversiones.
Una de las prioridades de la política económica del país es aumentar el nivel de inversiones y mejorar aún más la competitividad económica, sobre todo respecto a la capacidad productiva y de la infraestructura, lo que se ve reflejado en amplias exoneraciones de impuestos para inversiones y en reglamentos atractivas para zonas francas.
Uruguay se esfuerza por mantener su excelente reputación en el mundo financiero internacional, teniendo en cuenta que en 2009 apareció una vez en la así llamada lista negra de los oasis fiscales, aunque sólo por pocos días. Entonces Uruguay no es ni un oasis ni un paraíso fiscal, pero con seguridad se puede decir que es un país de bajos impuestos.
En Uruguay rigen estrictas leyes sobre el secreto bancario, e igual que Suiza tiene un sistema impositivo muy ventajoso para inversores extranjeros y residentes legales inmigrados.
El sistema impositivo se basa en el principio territorial que significa que sólo se pagan impuestos sobre aquellas ganancias y rentas que se generaron en el país mismo.
Para residentes en Uruguay (estadía mínima 183 días por año) eso significa que solamente hay que comunicar ciertas ganancias generadas en el extranjero. No hay que comunicar pensiones a la vejez, contribuciones a la caja de previsión social, ganancias por alquileres y rentas de capital.
Quien haga una inversión a partir de unos 530.000 US dólares, por ejemplo comprando un inmueble, apenas debe estar en el país 60 días por año para poder cambiar su domicilio fiscal a Uruguay. Además, las rentas por inversiones fuera de Uruguay son exoneradas del IVA durante 10 años. Después se les cobra un 12%. Alternativamente, se puede optar por una tributación directa pero ilimitada de un 7%. Como Uruguay firmó un convenio de doble tributación con la mayoría de los países de la OCDE, se pueden reducir significativamente los impuestos que hay que pagar. A partir de una inversión por más de US$ 2.3 millones ni siquiera hace falta residir en el país para aprovechar las ventajas tributarias.
Para empresas registradas en Uruguay también es interesante el principio territorial porque es el único país sudamericano que ofrece empresas offshore legalmente exoneradas de impuestos para negocios internacionales. La forma estándar en Uruguay para operar offshore es la „Sociedad Anónima“, parecida a lo que es en inglés un „Offshore-Trust“. Excepto un tributo anual normal, una SA no paga impuestos sobre ingresos y capitales offshore.
Requisitos moderados de inmigración
En el mundo hay pocos países que tienen requisitos de inmigración tan simples que Uruguay.
En principio se puede decir que alcanza con los documentos de identificación personal (pasaporte, partida de nacimiento y libreta de matrimonio), un carnet de buena conducta impecable, y un certificado notarial sobre ingresos o bienes que le permitan a la persona vivir en Uruguay por sus propios medios sin ayuda estatal.
(Más información acerca de los requisitos de inmigración se encuentra en la sección de „Preguntas frecuentes“)
Existen las siguientes visas:
1. Una visa de turista para pasajeros y turistas. Es válida por noventa días y varias entradas al país. Para ciudadanos de la UE y EE.UU un pasaporte válido es suficiente para obtenerla.
2. La residencia temporal que normalmente se obtiene para los primeros dos años luego de ser aprobada la inmigración. Se recibe una cédula de identificación uruguaya.
3. La residencia definitiva que normalmente se obtiene después o aún antes de transcurrir la residencia temporal.
4. Una visa de trabajo para extranjeros que trabajen hasta 180 días en el país. (Se puede prolongar por otros 180 días.)


Libertad individual
Algunos se dan cuenta apenas llegan por primera vez, otros lo sienten recién cuando hayan pasado cierto tiempo en el país: En Uruguay todo es bastante tranquilo. Aquí, „Vivir y dejar vivir“ es tan importante como palpable en la vida diaria, y se nota también en las instituciones estatales. O no, porque el Estado no suele molestar mucho. Por supuesto que hay reglas, controles y a veces multas, como en toda parte, pero son aceptables y no desmesurados.
Una excepción son los radares que en los últimos años crecieron como hongos en todo el país. ¡Cuidado ahí!
En general, si uno no comete ninguna locura, se tiene poco contacto con las autoridades en Uruguay, y si sucediera, sus representantes suelen ser sociales y tranquilos. No se arma un escándalo donde no haga falta – eso se sentía también durante la pandemia que Uruguay superó mucho más tranquilo y por ende probablemente también más sano que sus dos vecinos grandes, por ejemplo.
Hay muchas cosas que unen a la gente – a menudo el club de fútbol, pero sobre todo la familia, la casa y la patria. No son frases anacronistas sino valores vividos y queridos que no impiden que cada uno vive como le parece. El pueblo uruguayo es libre, y aunque suena algo patético es la pura verdad. „Libertad o con gloria morir“ dice en el himno nacional (dicho sea de paso, para nosotros es uno de los himnos más lindos del mundo, y también es el más largo!), y quien haya estado presente cuando todos se ponen de pie y cantan el himno, va a sentir que no es solamente una canción. El himno lo sienten todos con el corazón.
En Uruguay se siente la libertad, quizás caminando por las largas playas sin ver a nadie, o de paseo por los paisajes naturales del interior, pero es más: también se la puede ver, yendo por los barrios residenciales de Punta del Este y otros balnearios. Ninguna casa es como la otra, todos construyen según sus ideas y sueños. Los reglamentos de construcción casi no limitan la libertad de expresión arquitectónica.
Seguridad
En comparación con los otros países sudamericanos, Uruguay tiene el mejor puntaje en materia de seguridad. Por lo general, las personas son muy amables y atentos, y quien esté de paseo por el país puede sentirse bienvenido y seguro.
Revisando el internet por „seguridad en Uruguay“ siempre se puede encontrar también comentarios y noticias negativos que hacen dudar de eso, y claro que hubo tiempos más seguros – pero ¿dónde no es así? Si se pregunta a la gente, normalmente se quejan de la falta de seguridad, sobre todo en la capital Montevideo. Hay que tener en cuenta de que los uruguayos son muy nostálgicos y de repente no pueden comparar a su país con otros porque nunca salieron, y entonces comparan la situación actual con la de hace veinte o treinta años, recordando que se podía dejar las puertas abiertas y jugar en la calle, aún en la ciudad.
Hablando de seguridad hay que diferenciar claramente entre los vastos departamentos del interior, y Montevideo con la zona metropolitana del departamento de Canelones, donde entre ambos viven 1.6 millones de personas, casi la mitad de toda la población. Igual que en otras ciudades grandes, en Montevideo hay barrios periféricos (sobre todo en el noroeste) donde el tráfico y el consumo de drogas y pandillas locales son un problema, y es mejor no ir allá ni siquiera durante el día.
La mayor parte de las zonas centrales y costeras cerca de la capital más bien no son problemáticas. Por supuesto que no hay que vivir completamente desprevenido, pero por lo general la vida es segura en toda parte. En nuestras visitas a Montevideo, a nosotros nunca nos pasó nada malo en los casi 20 años que ya vivimos en Uruguay, y eso que a menudo estamos afuera de noche.
No decimos que la criminalidad no existe en la costa. Sobre todo en los meses de verano hay robos, por lo que muchas casas tienen rejas en las ventanas. En la mayoría de los casos se trata de delitos menores buscando dinero fácil. Grandes robos o asaltos planificados son la gran excepción. En general se puede decir que se elimina el riesgo con la instalación de un sistema de alarma e iluminación exterior, medidas comunes de seguridad.
En la calle, los parques y la naturaleza de la costa no hay problema, incluso de noche, y es otra de las razones para los muchos turistas de Buenos Aires o Brasil volver a visitar las playas tranquilas entre Piriápolis y José Ignacio.
Tampoco se corre casi ningún riesgo de catástrofes naturales en Uruguay. No hay volcanes, no suceden terremotos que valen la pena mencionar, y no hay huracanes devastadores, aunque puede haber tormentas fuertes.
El principal motivo por el que este país no figura en la cima de los ránkings de países sin catástrofes es que tiene muchos cauces de agua, que con fuertes lluvias a menudo desbordan e inundan las regiones a lo largo del Río Uruguay y del Río Negro, entre otros, y que obligan a la evacuación de muchas viviendas y asentamientos cercanos a los ríos. Fenómenos climáticos como lluvias muy prolongadas o períodos largos de sequía pueden suceder, pero no son comunes.
Vuelvo a informar de nuestra experiencia personal: durante los 20 años que vivimos en Uruguay hubo tres o cuatro veces lluvias prolongadas, dos veces una sequía de varios meses y también tres o cuatro veces una tormenta muy fuerte.


Uruguay natural: recursos naturales intactos
Los uruguayos llaman a su país a veces una „casa con jardín“, donde la casa es Montevideo, claro. ¡Es una casa con un jardín realmente grande! Los números concretos son: Montevideo más el área metropolitano tiene una superficie de 280km2, y el „resto“, el interior del país, tiene 175.935km2. O sea, una casa de 280m2 con 17.5 hectáreas de jardín.
Uruguay tiene en promedio una población de 19 habitantes por km², mientras que en la capital viven unos 6.000 habitantes por km². Si ahora se restan de la superficie total también las zonas costeras más pobladas y las pocas ciudades del interior, es fácil imaginarse cómo es en la campaña. En el interior, en el campo, hay en promedio máximo 5 a 10 habitantes por km². Todo lo demás es naturaleza.
La mayor parte de toda la superficie del interior es pradera ondulada con muchos bosques pequeños y densa vegetación de árboles y arbustos a lo largo de los incontables arroyos. Bosques nativos realmente grandes casi no hay. La mayoría de las extensiones de bosque son plantaciones de eucalipto.
En Uruguay hay poca industria – el país vive principalmente de la agricultura y del turismo – y fuera de Montevideo sólo poco tránsito. En fin: El aire es limpio, el agua de pozos y de fuentes se puede tomar sin tratarlo, por lo menos en el interior, y si el cielo está azul, verdaderamente está azul ¡celeste!
Una infraestructura buena y operativa
Las rutas nacionales y otras rutas importantes son casi todas asfaltadas y mayormente en buen estado, sobre todo en comparación con otros países sudamericanos.
La Ruta 1 sobre la costa al oeste de la capital y la „Interbalnearia“ que conecta los balnearios entre Montevideo y Punta del Este, tienen la infraestructura de una autopista. En los últimos años se han desarrollado y se siguen desarrollando también otras rutas importantes. La señalización es muy buena. Por supuesto siempre hay también muchas calles y caminos de tierra entre las rutas asfaltadas, donde es fácil perderse sin navegador ya que ahí no hay señales ni carteles.
El transporte pública consiste casi sólo de buses. Desde y a Montevideo hay varias líneas diarias que llegan a todos los poblados grandes y ciudades del país, y ellas a su vez también están interconectadas. Comparado con los costos de un viaje en vehículo propio, las tarifas del transporte público son muy atractivas.
El servicio médico no solamente es uno de los mejores en toda Latinoamérica, también recibe un buen puntaje comparado con los países europeos. La formación de los médicos y enfermeros es buena, el equipamiento de los diferentes hospitales y mutualistas generalmente es muy moderno, aun quizás no de última generación. La relación habitantes – médicos/as es de 200:1, un muy buen nivel en relación con los parámetros internacionales, pero no hay que olvidar que hay mucho menos médicos/as en el interior que en Montevideo y en los lugares de la costa. Los hospitales públicos en Uruguay son gratuitos y brindan atención médica a todos los grupos de la población.
También el sistema educativo es uno de los mejores de Latinoamérica. Los primeros 9 años de educación son obligatorios y la tasa de alfabetización es de 98%. Las escuelas públicas son gratuitas, y las hay también en el campo donde vive poca gente. Tanto en Montevideo como en Punta del Este hay además varios y excelentes colegios privados, casi todos bilingües.
En Uruguay, la red de telefonía móvil tiene cobertura prácticamente completa. Casi siempre hay acceso al internet – más del 90% de los uruguayos lo utiliza. Sobre todo en los últimos diez años el país desarrolló mucho su infraestructura de telecomunicación enfocándose cada vez más en la velocidad de transmisión que hoy ya es bastante alta comparado con otros países. A nivel sudamericano las condiciones son excelentes y el sector informático es una rama económica en rápido crecimiento.


Uruguay tiene una cultura europea
Se dice que Uruguay es el país más europeo de Latinoamérica. La gran mayoría de la población es de descendencia europea, sobre todo de España e Italia. Eso caracteriza las costumbres, las opiniones y la cultura. Cada familia tiene su propia historia de inmigración, por eso se entiende los nuevos inmigrantes como algo normal y se los recibe sin problemas. Una bienvenida cálida facilita la integración.
Si un europeo llega por primera vez a Uruguay, es seguro que no va a sentir un shock cultural. De hecho, no sólo el paisaje, todo hace que uno se siente transportado al sur de Europa y no necesariamente a Sudamérica. Y más aún si entre las dunas de la costa resalta un faro o llama la atención el gran número de casas con techo de paja. Luego las palmeras y las temperaturas le recuerdan a uno que aquí no es el Mar del Norte alemán sino una playa bien diferente.
„Acá no pasa nada“, dicen los uruguayos a veces cuando hablan de su patria. Aunque los desarrollos de los últimos años les demuestren lo contrario, un poco tienen razón. En Uruguay, los relojes van más lentos, y quizás no esté nada mal en una época en la que los acontecimientos mundiales pasan uno tras otro. Aquí parece que muchos de los problemas globales están muy lejos. Uruguay es un país anfitrión con un clima agradable, y no sólo en términos meteorológicos.
Quien busca un país europeo fuera de Europa va a sentirse en casa en Uruguay y puede, si quiere, encontrar un nuevo hogar.