Estas dos acogedoras cabañas se encuentran en el tranquilo balneario costero de Punta del Diablo, sobre la costa atlántica noreste del Uruguay. Fueron construidas en 2013 sobre un terreno de 525m² relativamente céntrico, con una estructura de madera sencilla pero sólida, pensadas como alojamientos turísticos básicos.
Punta del Diablo es uno de los destinos más apreciados del país – y no es casualidad. Este antiguo pueblo de pescadores ha sabido conservar su carácter relajado y ligeramente bohemio, y ofrece a quienes lo visitan una combinación única de naturaleza salvaje, individualidad creativa y un estilo de vida sin apuros. Al mismo tiempo, en los alrededores del centro ha surgido una escena local animada pero sin pretensiones, con numerosos cafés, restaurantes y tiendas de artesanía.
Con sus amplias playas oceánicas, su aspecto rústico y su ambiente distendido, Punta del Diablo atrae no solo a veraneantes, sino también a surfistas, amantes de la naturaleza y personas que simplemente buscan disfrutar del aire marino, de paisajes vírgenes y de un ritmo de vida más lento, lejos del bullicio y del turismo masivo.
La zona también es popular por su cercanía a espacios naturales protegidos, como el Parque Nacional Santa Teresa, de 3.000ha, y los humedales de la Laguna Negra que son ideales para caminatas, avistamiento de aves o cabalgatas. Estas atracciones atraen a visitantes de todo el país, de Argentina y, naturalmente, también de Brasil – después de todo, la frontera con el país vecino del norte se encuentra a tan solo 40km.
La conexión vial es excelente, a pesar de la ubicación algo apartada: Punta del Diablo se encuentra directamente sobre la Ruta Nacional N.º 9, una ruta amplia y en excelente estado, por la que se llega en solo 30 minutos a la frontera con Brasil, en aproximadamente una hora y media a la capital departamental Rocha, y en 3 horas a Punta del Este.
Las dos cabañas están ubicadas a unos 1.000 metros tanto de la playa como del centro del balneario, por lo que tienen una excelente ubicación para el alquiler turístico.
La cabaña del frente cuenta con 35m² construidos y dispone de un espacio integrado de estar, comedor y cocina con estufa a leña, un dormitorio y un baño, y una terraza semi techada con parrillero independiente. Gracias a la estufa y a un aire acondicionado tipo split, también podría utilizarse perfectamente durante todo el año.
La segunda cabaña tiene un tamaño similar, pero una distribución más sencilla: un único ambiente que funciona como dormitorio y estar, una kitchenette, un baño y una pequeña galería techada.
Estas cabañas, modestas pero encantadoras, son ideales tanto como inversión para alquiler como para uso personal combinado con alquiler temporario a través de plataformas como Airbnb.
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